jueves, 30 de octubre de 2008

Explosión en la UNAV

Allí estudié el Máster en Comunicación Política y Corporativa (MCPC) de septiembre de 2006 a julio de 2007, aunque en realidad sólo viví medio año, pues en febrero nos mandaron a Washington y un mes después regresé a Madrid. El último día de ese 2006 estando de viaje en Sevilla me enteré de la bomba que explotó en el estacionamiento de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas en Madrid, desde México mi madre llamó para ver si estaba bien. Hoy despierto con la mala noticia de un atentado en mi segunda alma mater, la Universidad de Navarra, un coche bomba colocado en el estacionamiento que está justo afuera del Edificio Central explotó a las 11:00 de la mañana, una hora pico universitaria.

Como dicen los que saben, de milagro no falleció nadie, aunque un solo herido es más que suficiente, hay 21 personas según los últimos informes que señalan fueron atendidas, aunque la mayoría dadas de alta a la brevedad.

A la distancia se complica hacer alguna labor, pero los sentimientos caminan hasta esas calles de Pamplona que tan bien se portaron en toda mi estancia, y están en un abrazo permanente con todos aquellos que formamos una comunidad que sin importar donde estemos nos sentimos agredidos, y a la vez fortalecidos. A tal grado que siento que los vidrios rotos llegaron hasta México y, al menos yo, me sumo a levantarlos para construir de nuevo.

Vaya pues mi saludo y buen recuerdo a una escuela que pertenece al Opus Dei, pero siempre respeta a los que no. Así deberían respetarla todos.

martes, 28 de octubre de 2008

El perfil dramático en las letras mexicanas

Para festejar el post número 100 de este blog, deseo compartir con ustedes una entrevista que le hice al escritor mexicano Manuel Echeverría hace ya más de dos años, pero que cuando la iba a publicar en el suplemento ARENA del viejo Excélsior, ese fin de semana desapareció y luego, simplemente no se pudo publicar; hasta que no hace mucho la generosidad de Alberto Buzali la sacara a la luz en su página web, y ahora la retomo porque creo que valen mucho la pena sus palabras, y para celebrar la llegada de su nueva novela, Las tinieblas del corazón, la cual no tardo en reseñar. Gracias por seguir leyendo.

Atrás quedó el rechazo al Premio Xavier Villaurrutia. Por demás es conocido que no presenta sus obras como se estila en estos tiempos modernos. Un escritor diferente es Manuel Echeverría, nacido en la capital del país en 1942. Apartado de la gracia pública que brindan los reflectores de las letras, explica su postura de la siguiente forma: "Es un problema de carácter y de temperamento, y también algo que con los años se fue haciendo muy consciente en mí". Sus razones son válidas, expone: "lo importante es lo que uno pudiera escribir, y en la medida en que un escritor iba desapareciendo detrás de lo que escribía tanto mejor. En el momento en que el escritor trata de ocupar un lugar más significativo que el de su obra, sea esta del tamaño que sea, la obra pasa a un segundo lugar".

Abunda sobre el tema: "Si el escritor se salta las trancas y se olvida de que lo único que podrá quedar de él es lo que produjo y trata de ser él más grande que la propia obra, acabarán por desaparecer los dos, porque la obra será reducida con el paso del tiempo a su dimensión exacta. Y él en el momento en que ya no esté para alentar la obra, dejará de existir".

En un entramado de ciclos, donde algunas voces toman a la literatura como un grito de batalla, Manuel Echeverría encuentra senderos de juicio razonado. "La literatura cumple una función muy importante y a la vez ninguna, la literatura según las épocas cumplen un papel muy protagónico o muy marginal, y eso depende de cada escritor. El hecho de que sea marginal no quiere decir que sea mala literatura, al contrario, muchas veces la literatura marginal es la que ha logrado trascender. La literatura que está reducida al momento, al ahora, a los vaivenes de las coyunturas, suelen morir con la coyuntura. Es una tentación terrible del escritor querer estar siempre sumergido en la coyuntura, al momento, y eso es terrible porque está condenando lo que está haciendo, a ese plazo efímero que suelen tener en el reloj social los fenómenos que cambian de un momento a otro".

Pone un ejemplo conocido: "si pensamos en La guerra y la paz , en Ana Karenina , en Los hermanos Karamazov , por mencionar gente muy grande, ya sabemos o conocemos el contexto social histórico, pero no es tan importante porque finalmente las novelas se sobrepusieron a las situaciones de la época y la trascendieron, que finalmente es el signo que determina la estructura de una obra maestra: surgir de las contradicciones de una época y trascenderla, no morir con ella ni quedar tan atado a ella porque finalmente es una obra fechada, y esa obra tiene cierta validez porque refleja tal cosa".

Advierte la relación que tiene la literatura intrínsecamente en el contexto social. "Cuando una novela se convierte en lo que quería Stendhal, en un espejo de lo que está pasando, corre el riesgo de estar reflejando una imagen con la que el lector de los años que vienen puede tender a identificarse cada vez menos porque la obra está supeditada a esa precondición histórica sociológica que determinó el entorno de la novela".

El ejemplo ruso también se puede aplicar al contexto mexicano, "creo que la literatura es un fenómeno consecuente e inevitable del momento social, moral, cultural, que vive el país, el cual es muy intenso", dice el autor de Un redoble muy largo quien vaticina sin temblor en la voz: "el país está en el umbral de grandes decisiones de las que va a depender su salud por los próximos cincuenta años. Las generaciones jóvenes dependen de las decisiones que se vayan a tomar los próximos tres años".

Un volumen de ensayos Hans Kelsen y los juristas mexicanos , y ocho novelas después, el escritor recuerda que en sus inicios fue el cuento el género donde probó suerte. "Empecé con el cuento creyendo que era el camino de acceso a la novela, yo en realidad cuando escribí el primer cuento (había leído más novela que cuento), cuando empecé a juzgar el cuento por su dimensión tipográfica, es más corto es más fácil, pensé. Con William Faulkner hay una cosa fantástica, él empezó a escribir poesía, y cuando se dio cuenta de que era muy difícil empezó a escribir cuento, y cuando se dio cuenta de que era muy difícil se pasó a la novela, es una manera de pieza anecdótica de explicar mi caso".

Un punto de vista más conciente sobre las razones del por qué Echeverría Ruiz ha escrito exclusivamente novela, es porque en ella "se presenta el desafío literario en todas sus expresiones, se trata de contar una historia que tenga el aliento suficiente como para crear personajes, tratar de imaginar y estructurar psicologías y momentos históricos, tratar de intervenir en la construcción en algo tan arbitrario como un fragmento de vida humana imponiéndole un poco de orden desde afuera y todo hay que organizarlo con una prosa que sea legible, funcional, y fiel, fiel al texto y al propósito estético de la novela, en la medida en que uno puede renunciar a lo más difícil que es el narcisismo verbal a favor de la historia, no del argumento, sino de la historia, estoy contando una historia y siéndole fiel a la misma".

Sin concesiones de por medio, el autor de La noche del grito analiza como pocos cuestiones que van de la estética a la historia, explicación a considerar: "Es un fenómeno muy agudo en las novelas en español, naufragan en un narcisismo verbal, porque el escritor iberoamericano es un escritor más dado a la escritura que a la peripecia y a la aventura. En los textos y en los momentos más renuentes de la literatura hispanoamericana el lenguaje ocupa un lugar más importante que el de la historia, el escritor sajón, el europeo desde los grandes clásicos de la novela europea, ha ocupado el lenguaje como un instrumento subalterno, siempre al servicio de la historia, y el hispanoamericano, quizá por formación, por cultura y por decisiones estéticas impuestas, siente que por obligación va a tratar con el lenguaje, con el idioma, y la novela es un espacio donde se vive esa lucha feroz entre los derechos del lenguaje y los derechos de la historia".

A manera de remate de esta idea, afirma: "todos esos desafíos múltiples se presentan de una manera más palpable, más vívida en la novela que en el cuento, por otro lado el cuento es muy exigente y por eso es mucho más fácil encontrar una gran cantidad de malos cuentos que de malas novelas aunque abunden de los dos".

La decisión de quedar al margen en las fotografías, y en las reuniones de manteles largos, tal como lo ha explicado Manuel Echeverría, ha hecho que los llamados grupos culturales o camarillas tampoco le den cabida. "Para crear grupos se requiere frecuencia, afinidad, no es nada más el hecho de que alguien se encierre en su agujero a escribir una novela en una parte de la ciudad y otro en otra, y que por el hecho de que nacieron en una época afín los va a hacer contertulios, y eventualmente a crear en ellos afinidades de otro tipo. No sé si esto obedece a las decisiones que he tomado de una especie de marginalidad, de autoexilio".

Lo cual enlaza de manera inteligente con una forma de ver la vida muy distinta a la del común en estos corrillos: "finalmente alguien se pone a escribir para tratar de ser un poquito más libre y la vida está llena de ataduras, imposiciones y tiranías de toda índole, desde la obligación de obedecer el semáforo, inscribirte en una escuela, pagar impuestos, votar, las obligaciones normativas del ser humano son infinitas, de pronto te encierras en un lugar y dices, aquí no hay más ley que la mía, y deliberas, cinco, seis, siete horas diarias, lo que puedas escribir, y ahora resulta que también hay que pagar allí una especie de tributo a ese pedazo de libertad conquistado a base de muchos sacrificios, y ahora hay que pertenecer a un club o un cenáculo, y a mí se me hace que eso no le hace ningún bien ya no digamos a la literatura sino ningún bien a los integrantes del grupo, ninguno de ellos va a ser mejor o peor por el hecho de pertenecer a algún grupo, ojalá".

lunes, 27 de octubre de 2008

Sentencias

El pensamiento y la razón son inabarcables, empero algunas veces ceden treguas fugaces traducidas en mínimas sentencias, en frases concluyentes que se apoyan en la brevedad, de tal forma que cuando se logran fundir en un avance intelectual, que toma elementos de la humanidad como el humor o las costumbres, entre otras, cobra vida uno de los géneros de mayor apego entre los poetas y ensayistas: el aforismo

Y precisamente siendo poeta y ensayista, ahora Armando González Torres (Ciudad de México, 1964) recurre al aforismo para presentarnos Eso que ilumina el mundo, volumen que se arma de cinco secciones perfectamente identificables, sin embargo algunas sentencias pueden amoldarse a contextos que ni siquiera el autor prefiguró. Todas llevan por eje temático el comportamiento y actitudes del ser humano, de su contexto, del pretexto y excusa, del sinsabor de elementos nobles y cálidos, o fríos por crueles, pero certeros por donde se les lea.

En la primera sección, Forasteros en el espejo, brilla el ser humano, pero es a partir de una búsqueda a veces existencial, tratando de ubicarse a sí mismo no tanto en el reflejo (“Creer haberlo vivido todo, pero sin acordarse”), sino también en las esquirlas de su memoria: “Restan olores esparcidos de cigarros, ecos de copas chocando, ayes irreconocibles, rastros menguados del lugar donde estuvimos, pero tal vez eso nos pueda guiar hacia aquello que esa noche fuimos”.

Cuando ese ser humano, digamos nuestro personaje, logra ubicarse en cuerpo y alma corre riesgos, el pensamiento puede ser un arma de doble filo pues si bien muchos quieren amanecer con algo distinto en su actuar (“Despierto diariamente con la ilusión de ya no ser el mismo yo”), es también quien por espacios definidos el fracaso dicta sus pasos (“Regresar de ser nadie, después de intentar ser todos los álguienes”).

Ese mismo sujeto que focalizó sus impulsos en localizarse, antes o en el intermedio de su vida bien pudo haber conocido en carne propia la segunda propuesta de González Torres, la que nos muestra en desnudo siete pecados, y que va de la mano de una crítica a los tiempos modernos: “Lo suyo no es experimentar pruebas o descifrar señales de la gracia. ¡A qué horas! Quisieran, sí, ser espirituales y creer en un dios, pero flexible, portátil, que quepa en el bolsillo o se manifieste en la pantalla del celular”, sin dejar de lado la preocupación formal de las informalidades, “Luego les pregunto: ¿Qué es mejor: estar angustiados por dejar de ser lo máximo o estar orgullosos de ser nada?”.

El cinismo es una herramienta que bien utilizada rinde frutos que satisfacen a los exigentes, el autor de La sed de los cadáveres lo utiliza de buena manera cuando es adecuado hacerlo, el resultado está a la vista: “Un padre del desierto desenterró los restos putrefactos de su amada para, con el hedor y el espectáculo de la descomposición, desengañarse de su belleza. A mí me sobra con tu mirada iracunda, tus maneras en la mesa, tu aliento de fumadora y tu falta de higiene menstrual”. O este otro que bien puede ser retomado por alguna campaña de esos productos para la sexualidad: “Apenas le hace el amor a su mujer para no gastarla y cree que ahorra tiempo y energías con la eyaculación precoz”, pero sabemos que el conocimiento va más allá del slogan.

Luego viene el intento de cambiar, ir Hacia una conversión, dejar —o al menos intentarlo— de ser el mismo, incluso aquél que quizá nunca se encontró pues siempre estuvo dentro de unos parámetros cortos, limitados por sus propios impulsos (“¡Basta de que nos manipule el sistema, elijamos con libertad nuestros dogmas y prejuicios!”). La estrechez incluso está en el pensamiento de nuestro personaje: “Cuando te pones a pensar casi todo es demasiado para ti y caminas abrumado por el peso del mundo, atemorizado por sus ruidos”.

Allí también hallan asilo los instantes de lucidez fugaz, duración similar al parpadeo y término al facturar la conciencia con la cuota de la desgracia establecida; ahí va de nueva cuenta, el ser humano a veces común, a veces corriente (“Es tan pobre y está tan desnudo que ya sólo lo arropa su dolor”), pero ahora armado de palabras, sin embargo González Torres manda un mensaje que causa ruido e incomodidad a ciertos escuchas, sobre todo aquello que se ciegan con la fe y con el fanatismo: “Pues dicen que se escucha la devoción, no las palabras”.

El camino de la expiación, es la sección del libro donde pequeños ensayos con tintes poéticos, mezcla y balance adecuado, amueblan caminos para ir al paraíso o al infierno. La oscuridad de la luz, mayor cantidad de palabras, de letras acomodadas, misma intención del autor de Los días prolijos, el ser certero en sus mensajes.

Cierra Fuga mundi imagen de variación sobre el mismo tema, donde sale a lucir el instinto del humano, el instinto animal pues si bien “Lo habitual es que la muerte se anuncie en los ojos de un animal”, también resulta cierto que “De todo el registro de hechos milagrosos que atesoramos, sólo las metamorfosis de los dioses en animales tienen que ver con la poesía”.

Temas escondidos en las frases adecuadas, por ejemplo la muerte (“Caída del hombre, erguimiento de la flor”), el silencio (“Cuando tus propias palabras te traicionen y te humillen aborrecerás el don de la elocuencia”), el vituperio (“El leguaje es un indigente que derrocha palabras”), la imaginación (“Un sueño es el eco de lo que no puedes pronunciar”), la capacidad de sorpresa (“¿Dónde han quedado nuestros días de silencio y de sonrojo ante el misterio?”), emergen de esta voz madura, que propone el debate.

Descontando los mecanismo de lectura que se utilicen para enfrentar esta nueva obra de Armando González Torres, lo que sí es cierto es que el autor demuestra una vez más su capacidad de análisis y crítica, de propuesta literaria encaminada a ofrecer su visión de los temas que siempre han estado en el conciente e inconciente de la humanidad, una lectura que se recomienda hacer de forma pausada, la brevedad del aforismo no debe zambullirse en las aguas de la inmediatez ni confundirse en el mundo de la minificción (es otra estructura) o la simple ocurrencia.

Armando González Torres. Eso que ilumina el mundo, Editorial Almadía, México, 2006, 86 pp.

viernes, 24 de octubre de 2008

Oficios (poema)

El siguiente poema pertenece al libro Olvidos de segunda mano, y hoy lo comparto dedicándolo a Wendy López Mariscal.

Oficios

Traduzco tus miradas
con diccionarios comprados en librerías de viejo.
Catalogo tus palabras
en archivos obtusos que poco a poco se llenan.
Contabilizo tus suspiros
y tramposamente anoto algunos a mi favor.
Escucho tus latidos
que dicen que me quieres y estoy agradecido.
Profetizo tus amores
aún sabiendo que hago mal todo a lo que me dedico.

jueves, 23 de octubre de 2008

La traición de la libertad

Seis enemigos de la libertad humana es el subtítulo del libro La traición de la libertad de Isaiah Berlin (1909-1997), a quien es difícil encasillarlo en un solo perfil puesto que lo mismo se movió y dio frutos en la filosofía que en la idea política, humanística y sobre todo en ese papel de historiador de ideas. En este volumen editado por Henry Hardy podemos leer en la introducción una muestra de cómo es el ritmo de pensamiento de esta inagotable figura:

“libertad en el sentido en que su sustancia fue lo que John Stuart Mill dijo que era, a saber, el derecho de forjar libremente la propia vida como se quiera, la producción de circunstancias en que los hombres pueden desarrollar sus naturalezas tan variada y ricamente y, en caso de ser necesario, tan excéntricamente como sea posible”.

La pregunta clave, y el hilo conductor de lo que presiento será una lectura enriquecedora, es:

“¿Por qué debe alguien obedecer a alguien más?”

Espero no las respuestas, sino los planteamientos para obtener mis propios argumentos de defensa propia.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Don Rubén

En el suplemento cultural Laberinto de Milenio Diario de este sábado 18 de octubre, aparecen fragmentos de un libro inédito que llevará por nombre De otro modo el hombre. Retrato hablado de Rubén Bonifaz, colaboración firmada por Josefina Estrada (Desde que Dios amanece, Virgen de media noche, entre otros libros).

Allí, el autor de As de oros habla en esta etapa casi final de su vida. Remembranza, calidez y calidad, eficiencia en la palabra, mecanismos de construcción:

“En mi pensamiento ya no puedo escribir un poema. Todo lo que escribí en mi vida lo escribí en máquina; nunca pude escribir un poema a mano. De tal manera que la máquina no me era solamente un instrumento de escribir sino un instrumento de pensar. La hoja blanca puesta en el rodillo de la máquina me ponía a pensar lo que podría escribir allí. Sin ese instrumento no puedo, no me vienen palabras a la cabeza”.

También habla de su ceguera, de sus ahora sí límites terrenales que no le dejan del todo espacio para la creación:

“Para pensar poéticamente se requiere la capacidad de escribir poéticamente. Porque el pensamiento poético en sí no es nada. El pensamiento no puede ser filosófico ni poético ni nada si no está escrito o expresado. Mi imposibilidad de ver me impide hacer poemas; por lo tanto, suprime también la posibilidad de pensar poéticamente”.

Don Rubén Bonifaz Nuño es sin duda el poeta vivo más grande que existe en la lírica mexicana. Leerlo es un gusto y un descubrimiento cada vez. Como siempre el mejor homenaje es saludarlo a través de sus libros.

martes, 21 de octubre de 2008

Elecciones en EE UU

Imposible no hablar del tema de moda. Las elecciones en Estados Unidos, donde las opciones son dos: un hombre de color, o una mujer en la vicepresidencia. Más allá de las posibilidades, los planes de gobiernos, los proyectos a corto, mediano y largo plazo, etcétera, basta ver algunos números que arrojan por ejemplo The Competitive Media Analysis Group quien dice que los candidatos han gastado tanto en sus campañas de nominación como en la elección general: 195 millones de dólares en el caso de Barack Obama; y 99 millones de dólares en el caso de John McCain.

En época de crisis es bueno conocer cifras como éstas, pues a algún lugar van a parar estos billetes verdes. Las portadas en las revistas de circulación mundial no son gratuitas, los espacios en radio cuestan, y las apariciones en televisión son caras, ello sin olvidarnos de otros productos como videojuegos, Internet, y utilitarios.

Pero ya el 4 de noviembre son las elecciones, allí veremos si aquellos que en la encuesta dicen fervientemente que apoyan al demócrata, le dan el triunfo, ya que no es lo mismo opinar en medio del ruido, que en la soledad de la casilla.

viernes, 17 de octubre de 2008

Entre las líneas

En el volumen Entre las líneas, entre las vidas, Juan García Ponce delinea el retrato de Marcel Proust, Thomas Mann, James Joyce, William Foulkner, Vladimir Nabokov, Samuel Bekett, Albert Camus y Truman Capote, a partir de la lectura de sus biografías. Es un libro recomendable desde varios costados. Sin embargo, me quedo y comparto estas líneas que vienen en al sección dedicada al autor de En busca del tiempo perdido:

“La verdad de la literatura es más auténtica porque ella es capaz hasta de mostrar cómo en las limitaciones personales se encuentra un tipo de realización más alta, puramente espiritual, y que descansa en el poder de la palabra y la forma, cuya existencia como una fuerza en verdad viva se halla en el arte”.

Además, García Ponce en el epílogo complementa con el mismo autor:

“Creo en la acción realizada por Marcel Proust: para reencontrar el tiempo hay que salirse del tiempo y entrar al de la literatura”.

jueves, 16 de octubre de 2008

Fuentes Quijotesco

Dentro del discurso pronunciado en la ciudad de Toledo, España, el 13 de octubre, a raíz de serle concedido el Premio Internacional Don Quijote de la Mancha, el escritor mexicano Carlos Fuentes, dijo:

“Toda gran obra literaria nos propone la salvación mínima de la palabra.
Toda gran obra literaria nos propone imaginar. Tenemos un pasado que debemos recordar. Tenemos un porvenir que podemos desear.
Pero sólo recordamos y deseamos en el presente. Aquí y ahora, en el tiempo que nos es concedido para vivir.
Toda gran obra es un llamado a la acción: hablamos, imaginamos y actuamos. No sólo por el gusto de actuar, sino porque queremos una acción que nos permita decir y nos permita imaginar”.

Con ideas como ésta, queda claro que en el autor de Aura la lucidez se reinventa.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Líneas de Marcel Schwob

En el número 454 de la Gaceta del Fondo de Cultura Económica correspondiente al mes de octubre de 2008, titulada Desasosiego, puede encontrarse con un hermoso texto de Marcel Schwob que viene en el volumen El libro de Monelle, editado por Coyoacán en nuestro país en el año 2003. Esa narración se llama “Las palabras de Monelle”, es un diálogo donde sólo Monelle habla peor nosotros somos los que escuchamos. Rescato estas líneas:

“Te hablaré de los momentos.
Contempla todas las cosas bajo el aspecto del momento.
Deja ir tu yo al caprichoso momentáneo.
Piensa en el momento. Todo pensamiento que dura es contradicción.
Ama el momento. Todo amor que dura es odio.
Sé sincero con el momento. Toda sinceridad que dura es mentira.
Sé justo con el momento. Toda justicia que dura es injusticia.
Actúa en función del momento. Toda acción que dura es un reino difunto.
Siente la felicidad del momento. Toda felicidad que dura es desgracia.
Ten respecto por los momentos y no establezcas relaciones entre las cosas.
No prolongues el momento: podrías fatigar la agonía.”

Al menos un cambio en el contorno del rostro habrá logrado. Espero.

martes, 14 de octubre de 2008

Curiosidades al leer el diario

En la sección Internacional del diario Reforma del lunes 13 de octubre aparece una nota (abajo a la izquierda) titulada “Recomienda Fuentes ‘New Deal’ a Obama”, haciendo referencia a un artículo publicado en el diario El País y firmado por el escritor mexicano Carlos Fuentes aparecido “ayer” según la nota, entendiendo por ello el domingo 12. La nota es firmada por la agencia de noticias mexicana Notimex. Hasta allí parece todo normal, si no fuera porque el artículo que hace referencia apareció en las páginas centrales del mismo diario Reforma el lunes 6 de octubre, lo cual me lleva a la observación, quizá el reportero de Notimex no leyó el diario ese día (además desde Madrid, hubiera sido complicado, salvo que fuera en línea), pero le editor de la sección quizá sí tuvo más posibilidades de hacerlo, mas al parecer no fue así. Por ello, el resultado fue una nota sobre una artículo aparecido en un diario del extranjero, pero que, el mismo artículo apreció en las páginas del diario de la nota una semana antes. O sea que no se lee el diario en donde uno trabaja.

lunes, 13 de octubre de 2008

El mundo


Si bien es cierto que existe una cantidad abrumadora de Premios literarios y los mecanismos de selección de los ganadores de muchos de ellos son flexibles por decir lo menos, es justo señalar que algunos logran cierta repercusión mediática (y financiera) que soportan el peso de la crítica. Tal es el caso del Premio Planeta que en la edición de 2007 arrojó como ganadora a la novela titulada El Mundo de Juan José Millás (Valencia, España, 1946).

Esta obra bien puede traducirse como la autobiografía del también autor de No mires debajo de la cama, y no sólo porque el personaje se llame igual y se dediquen a lo mismo, sino porque las emociones y pasos dados en las páginas son demasiados reales. La trama inicia cuando el personaje adulto recuerda su infancia, los mecanismos que echan a andar la memoria para llevarlo a unos días que recorren paisajes de Valencia y calles de un Madrid que parece lejano.

El narrador crea y se recrea en un niño que se arriesga a cruzar las fronteras más simbólicas, como a veces lo es la misma acera de enfrente. Las vivencias infantiles brotan para el testimonio de un futuro incierto. La facilidad para crear actores secundarios, con una proyección independiente y con fortaleza para también cargar cierto porcentaje del peso de la historia es digno de señalar.

A tal escenario le sugiere participantes de los más destacados. Pero quizá sea el de la esperanza el de mayor tránsito en esta etapa. Esta novela resulta un agradable encuentro con la cotidianidad y el recuerdo. Se traduce y palpa de cerca, se puede respirar el viaje en el tiempo, las definiciones, las autodefiniciones y el mismo sentido crítico que va de un lado a otro. El niño recuerda al amigo de viaje (de apodo Vitaminas) y sus aventuras, incluyendo la del espionaje para la Interpol. Luego pasa a ser el reconocido escritor y rememora el amor personificada en la hermana de su cómplice que responde al nombre de María José, quien —cosas de la vida—, le dirá una de las frases que marquen su destino.

El remordimiento también cabe, por eso no le tiembla la mano al afirmar lo que mira en un espejo de retina: “Quizás un novelista equivocado, un tipo que acertaba en las cuestiones periféricas, pero al que se le escapaba la médula. Un tipo bien intencionado, de izquierdas desde luego, pero de una izquierda floja, uno de esos compañeros de viaje, un tonto útil, aprovechable en los estadios anteriores a la Revolución, pero a los que convenía fusilar al día siguiente de tomar el poder”, afirma el autor de Cerbero son las sombras.

El mundo es un espacio de entretenimiento y remembranzas. Un espacio que se conoce desde el papel protagónico de una historia que se sabe propia: “Sospecho desde hace algún tiempo que todos nosotros, también usted, lector, somos replicantes que ignoramos nuestra condición. Nos han dotado de unos recuerdos falsos, de una biografía artificial, para que no nos demos cuenta de la simulación”.

De lectura ágil y sincera, y con un buen ritmo esta novela se disfruta entre otras razones, por el contagio que brinda esa búsqueda de una persona en el cuerpo y mirada de otra, y también por el rechazo que esa similar sensación contrae, repeler a un sujeto, que puede ser uno mismo, porque los otros ven a alguien que no somos nosotros. Juego de personajes, de personalidades, de variación y quiebre.


El Epílogo de El Mundo es un guiño final de Millás con los sentimientos más humanos. El contacto con la muerte en otra de sus variantes. El despojo de las cenizas de los muertos, el último recuerdo físico, el último elemento material que los ata a este otro mundo. El lado de la fortaleza y el encuentro. Buen final, pues combina la voz madura que hizo buena mancuerna con la del niño que también fue.

El Mundo es un reconocimiento a la vida, un tratado de paz entre el mundo de los recuerdos y el sufrimiento que a veces causa recordarlos, una alianza con los buenos momentos que un día vivimos, pues a final de cuentas de eso trata el pasar de los días, de saber quienes fuimos para entender quienes somos. Un instante pues que nos hace saber el inicio de la historia: “Cuando escribo a mano, sobre un cuaderno, como ahora, creo que me parezco un poco a mi padre en el acto de probar el bisturí eléctrico, pues la escritura abre y cauteriza al mismo tiempo las heridas”.

Juan José Millás, El mundo. Editorial Planeta, México, (segunda reimpresión, abril 2008); 233pp.

Texto aparecido en la revista Siempre¡ de esta semana.

viernes, 10 de octubre de 2008

Citas citables

En la portada del periódico Reforma del viernes 10 de octubre se puede leer una declaración del subprocurador de Derechos Humanos de la Procuraduría General de la República, Juan de Dios Castro Lozano, quien hace una comparación que cada lector calificará. Él dice:

“El funcionario corrupto es peor que la prostituta porque la prostituta vende su cuerpo, pero deja intacta su alma, y el funcionario corrupto vende su alma para alimentar su cuerpo”.

No hay comentarios. Aunque sí me gustaría saber la opinión del gremio citado, de la iglesia, de la clase política y sobre todo, de la sociedad.

Sobre Propaganda de Bernays

Quizá lo traía en los genes por su tío Sigmund Freud, tal vez el ingenio le llegó por generación espontánea. Lo cierto es que Erward Bernays es un adelantado a su época, pero sobre todo un hombre que comparte sus conocimientos, sus experiencias, y nos hace ver cómo ya desde inicios del siglo XX se empezó a estructurar de manera metódica una de las actividades que el ser humano trae innata: la publicidad.

El comportamiento del ser humano es uno de los mayores alcances que pretenden los estudiosos, comprender el comportamiento del cerebro no es nada fácil. Por ello Bernays nos pone ejemplos bastante ‘aterrizados’ de cómo una buena campaña publicitaria puede hacer que cambiemos (quizá sin notarlo) hábitos o costumbres que antes ni si quiera se hubieran imaginado e incluso más de uno lo hubiese negado.

Cuál es la magia, dónde radica el éxito de una buena campaña de publicidad. No existe una fórmula como tal, se requiere conocer el contexto y el público al que va dirigido. Cómo, por ejemplo, a él le funcionó una campaña para vender cigarros en el sector femenino, cuando ese parecía ser un mundo de los caballeros. Hoy en día, esto sería diferente, con tanta reglamentación alrededor de ese producto.

Pero de eso trata la publicidad, de plantearse retos, pero sin olvidar que las cosas a veces son más simples de lo que imaginamos, baste recordar que lo simple en ocasiones lo volvemos complejo. Como lo dice nuestro autor:

“…la propaganda no es más que el establecimiento de relaciones recíprocas de comprensión entre un individuo y un grupo”.

Hagamos que el grupo entienda qué es y qué ofrece nuestro producto (en ámbito de comunicación política podemos hablar de candidato, partido, gobierno) y cómo éste les puede ayudar en sus vidas. Esto que parece sencillo es el gran trabajo que tenemos a diario muchas personas que trabajamos en la comunicación.

Propaganda de Bernays III

Últimas citas:

“El líder político de hoy en día debería estar formado en las técnicas de la propaganda tanto como en economía política e instrucción cívica”.

“Sólo mediante el uso competente de propaganda, nuestro gobierno –considerado como el órgano administrativo continuo del pueblo—podrá conservar aquella relación íntima con el público que es indispensable para una democracia”.

“La función del propagandista tiene mucho más calado que limitarse a actuar como un expendedor de información”.

“Cuando se organizan y cobran conciencia de la poderosa influencia que pueden ejercer sobre su entorno, las mujeres pueden utilizar su recién adquirida libertad de muchísimas maneras y convertir el mundo en un lugar mejor donde vivir”.

“La propaganda contribuye a la comercialización de las nuevas invenciones. La propaganda mediante la sucesiva interpretación para le público de las nuevas ideas científicas y de las invenciones, ha logrado que el público sea más receptivo. La propaganda consiste también en acostumbrar al público a los cambios y al progreso”.

“Si la gente está mejor informada acerca de los procesos que rigen nuestra vidas, se mostrará tanto más receptiva a aquellos anuncios razonables que apelan a sus intereses.”

“La propaganda nunca desaparecerá. Las personas inteligente deberán reconocer que la propaganda es el instrumento moderno con el que luchar por objetivos productivos y contribuir a poner orden en medio del caos”.

jueves, 9 de octubre de 2008

Propaganda de Bernays II

Más citas de este interesante libro:

“Es inútil tratar de vender una idea o preparar el terreno para un producto falto de necesaria solidez”.

“Los líderes sólo prestan su autoridad a una campaña de propaganda si ésta beneficia en alguna medida a sus propios intereses. Las actividades del propagandista, sin embargo, deben tener un cariz desinteresado”.

“A menudo el desarrollo de la opinión pública a favor de una causa o línea de acción constructiva desde un punto de vista social puede ser consecuencia del deseo por parte del propagandista de poner coto al problema que pretende resolver y que la causa constructiva podría solventar. De actuar así, el propagandista está desempeñando una función social en todos los sentidos”.

“El gran problema político de nuestras democracias modernas consiste en conseguir que nuestros líderes ejerzan su liderazgo”.

“Ya sea que se trate de ganar unas elecciones, dar expresión y popularidad a cuestiones nuevas, o convertir la administración cotidiana de los asuntos públicos en una parte vital de la vida de la comunidad, el uso de la propaganda, cuidadosamente ajustada a la mentalidad de las masas, constituye un complemento esencial de la vida política”.

“El primer paso que debe darse en una campaña política es definir sus objetivos y plasmarlos sumamente bien en el programa electoral. El líder debe estar seguro de que se actúa con honradez cuando se concibe el programa”.

“Pero la campaña electoral no es más que una anécdota en el conjunto de la vida política. El proceso de gobernación es continuo. Y el uso experto de la propaganda es más útil y fundamental, que menos llamativo, como un instrumento para al administración democrática que como herramienta para cosechar votos”.

“El buen gobierno se puede vender a una comunidad como puede venderse cualquier otro bien de consumo”.

martes, 7 de octubre de 2008

Propaganda de Bernays I


La edición original del libro Propaganda de Egdar Bernays data de la década de los veinte, pero se puede acoplar perfectamente a los tiempos modernos ahora que la editorial Melusina de España lo ha puesto a circular en la primera traducción que se hace al español de este texto, del cual comparto algunas citas:

“En consecuencia, se intenta sin descanso y con todo el ahínco capturar nuestras mentes en beneficio de alguna política, artículo o idea”.

“La propaganda es el brazo ejecutor del gobierno invisible”.

“Soy conciente de que la palabra ‘propaganda’ puede despertar connotaciones desagradables en muchos oídos. Y sin embargo, que la propaganda sea buena o mala dependerá en cualquier caso del mérito de la causa que se alienta y de la exactitud de la información publicada”

“La propaganda moderna es el intento consecuente y duradero de crear o dar forma a los acontecimientos con el objetivo de influir sobre las relaciones del público con una empresa, idea o grupo”.

“La nueva propaganda no sólo se ocupa del individuo o de la mente colectiva, sino también y especialmente de la anatomía de la sociedad, con sus formaciones y lealtades de grupos entrelazadas”.

“Si consideramos la constitución de la sociedad como un todo, más a menudo de lo que se pueda pensar, la nueva propaganda sirve para focalizar y satisfacer los deseos de las masas”.

“Las industrias, las empresas de servicios públicos, los movimientos educativos, en efecto, cualquier grupo que represente una idea o u producto sólo logra sus propósitos si cuenta con la aprobación de la opinión pública”.

lunes, 6 de octubre de 2008

Principio de incertidumbre

El contagio poético que resulta de las páginas de Principio de incertidumbre es lo primero que queda en la memoria al leer los versos de Jorge Fernández Granados (Ciudad de México, 1965), quien se ha ganado a pulso su lugar y nombre en la lírica nacional. De su autoría son títulos como El cristal o Los hábitos de la ceniza, donde ha ido consolidando un ritmo y una voz propia en este constante peregrinar.
El poeta palpa lo que de suyo es el comportamiento humano, clasifica a integrantes de diferentes y variadas mesas, por sus voces los conoce, y por sus pulsaciones sabe cómo son, baste el ejemplo de quienes califica como dispersos: “que raros son/ los dispersos/ a nadie le gusta tenerlos demasiado tiempo cerca/ parecen ácido o luz/ queman sorprenden incomodan no sabe uno qué hacer/ abre la puerta/ deja que salgan/ toma gracias adiós/ y que dios/ te cuide/ pero no vuelvas”.
En su andar por los corrillos literarios también ha percibido ese tufo que despiden aquellos apestositos de la tertulia, los no invitados pero siempre puntuales al ágape, el escuadrón de la muerte y el jolgorio, los abusadores y farsantes, “pero los peores son los más finos/ los que bordan con hilo delgado/ un permanente disfraz a la medida de su farsa/ un simulacro amébido tan perfecto/ que ya no se distingue/ de su propia vida”.
El galardonado en 1995 con el Premio Jaime Sabines alcanza un punto alto en este libro debido a su calidad estilística pero sobre todo de ritmo, dibujando en el imaginario las respiraciones del mismo poema. Enriquece la convivencia, el diálogo que entabla la página con el lector. Así como también el sonido que se dispersa en el sentir.
No es gratuito el pulimento de sus otros sentidos al faltarle la vista (inevitable el recuerdo del también poeta yucateco Rubén Reyes Ramírez), de allí que escuche mejor, que su tacto recorra cada calle con la alerta permanente de la duda, y sobre todo, con una imaginación más aguzada, dispuesta siempre a enfrentar el día siguiente, el que dicte, como señala, la coincidencia que se trabajó en el sueño.
El título del poemario también lleva su carga de sugestión e invitación para no quedar fuera de un juego en el que, querámoslo o no, participamos. El principio de incertidumbre varía dependiendo el observador, mas la clave es igual para todos, en cada quien debe saberse trabajar una idea, y una línea que por cierta, a veces pasa inadvertida: “si alejarse es preciso para mirar y entender aproximarse es preciso para pertenecer”, demasiado cerca se obstaculiza la vista, demasiado lejos no alcanza el olfato a participar.
Tarde que temprano la coincidencia nos hará encontrar el territorio marcado como propio, y mientras ese instante lleno de luz arriba, dejaremos que los versos trabajados, con sustancia, oficio y labor poética de Fernández Granados, nos sigan llevando a ese sitio donde sólo el resultado de una pasión puede hacerlo.

Jorge Fernández Granados, Principio de incertidumbre. ERA, UDLA, Secretaría de Cultura de San Luís Potosí, México, 2008; 98 pp.

Texto aparecido en la revista Siempre¡ de esta semana.

viernes, 3 de octubre de 2008

Poema para festejar

Hoy es mi cumpleaños. Y me gusta festejar compartiendo, de allí que ofrezca a su generosa lectura este poema que es el verso VIII de la sección Elementos Terrenales de un libro que aun no tiene nombre definitivo.

VIII

Ha desaparecido el perro que alimentaba
la casa de sonrisas.
Dijo mi madre por teléfono:
el perro se ha fugado, no sabemos nada.
Tu padre fue a la perrera municipal,
no trajo noticias buenas.
Tu hermano lo buscó noches enteras
cual dueño del pobre animal.

No niego mi tristeza,
me duele lo que sentirá la abuela cuando sepa.
Se podría tener otro perro en la casa familiar,
pero no sería lo mismo.

Lo sabemos todos.

Mi padre sólo dijo: ojalá esté bien,
me recuerda cuando tú te fuiste.

Cuídate.

Esperamos tu llamada el próximo mes.
RGVP

jueves, 2 de octubre de 2008

Poema de Saúl Rosales

Como obsequio de mi amigo Vicente Alfonso, tuve acceso al libro Dialéctica de la pasión de Saúl Rosales, editado por la Universidad Autónoma de Coahuila en su colección Siglo XXI Escritores coahuilenses, de este ejemplar que merece su lectura, quiero compartir el poema Tañidos del insomnio:

Encerrado en lo más angustiante de la noche
encadenado a sí mismo
a su impotencia
sin aliento ni dinero
para huir hacia las fugas
replegadas en algún rincón de la ciudad envilecida
apenas puede sobrevivir el hombre
la desastrada superficie del insomnio.

Lo ultrajan culpas y miseria
las unas aprendidas
legada por lo más extremo de la injusticia la otra
confabuladas todas
para sofocar la cotidiana tregua nocturnal
con angustioso remolino de sábanas y ahogo.

Gastado por años e infortunios
al hombre sólo le queda contemplar su estado
–la helada negra en la entrada de su otoño-
lamentar no haber aprendido a pelear
a injuriar
a revelarse
no haber acumulado futuro en los bolsillos
o en la lista de pequeños ahorradores
ni siquiera una reserva
para comprar falsos afectos
morados placebos con que atenuar la noche
pérdida en el remolino
de inalcanzable sueño y mente esquizofrénica.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Demasiado ruido

Matthew Dowd fue el estratega titular para al campaña de reelección del Presidente George W. Bush en el año 2004. En este momento, desde su óptica, en las actuales campañas por la presidencia en Estados Unidos: “la habilidad para crear e impulsar una narrativa de mensaje es virtualmente imposible”, ello, porque “simplemente hay demasiado ruido”, remata.

Lo cual sirve de pretexto para recordar una frase que escuché en alguna clase durante mis estudios en España: “si tenemos dos oídos y una boca, escuchemos más y hablemos menos”. Aunque es bueno aclarar que no sólo debemos hacerlo en épocas electorales, sino todos los días. Nos sorprenderemos de los resultados.