martes, 20 de noviembre de 2012
Espacios vacíos, personas ausentes
Un buen debut es el que logra César Tejeda (Ciudad de México, 1984) con su novela Épica de bolsillo para un joven de clase media [Planeta, 2012], una trama en la que más de un adolescente se puede reflejar, porque si bien habla del amor, también lo hace sobre esa insoportable soledad de muros invisibles que nos creamos a partir de provocaciones poco convencionales.
Becario de la Fundación para las Letras Mexicanas de la actual generación, Tejeda nos comparte la vida de Julio, o mejor dicho las dos semanas, día a día, en que su novia Clara le pide un espacio en su relación luego de vivir juntos un tiempo. Julio se ve sorprendido e incluso rebasado por las circunstancias y allí comienza su peregrinar por sobrevivir.
Ello porque sabe que “La soledad es un asunto de espacios vacíos, no de personas ausentes”. El recuerdo camina a la par que los desesperantes días donde siente que le falta el oxígeno, en lo que llega el momento de que Clara le diga si continúan o es mejor dejar la página hasta allí escrita.
A manera de diario, los martes son los días asfixiantes por excelencia, Julio ya nos hace partícipes de sus exnovias (Samanta bien podría ser ella sola una novela), aventuras, escapadas a los table dances o al menos intentos, aunque el común denominador son sus carentes dotes de conquistador; confiesa que “siempre he sido estúpido para entablar conversación con mujeres que no conozco y con el paso del tiempo esa incapacidad ha emigrado también hacia las que ya frecuento”.
Parece por momentos un fiel reflejo de la realidad, como por ejemplo cuando califica a los Sanborns como la mejor escenografía para romper con las parejas, ese fetiche que a más de uno le sonará familiar, logra contagiar de buen humor la lectura.
Épica de bolsillo para un joven de clase media es el inicio de una carrera de la que se esperan buenas cuentas, por lo pronto, con ritmo y una trama bien lograda, César Tejeda nos hace ver que lo cotidiano siempre cabe sabiéndolo acomodar en los estantes de la literatura. ®
Texto aparecido en Revista Replicante, noviembre 2012.
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