jueves, 31 de julio de 2008

El movimiento estudiantil de 2008

Una crónica imaginaria
¿Cómo serían algunas escenas de 1968 en estos días de la primera década del siglo XXI? Los mecanismos de comunicación, así como el lenguaje de los jóvenes, no pierden la esencia, pero sí se adecuan a una realidad que está puesta en debate por hechos recientes, algunos de muy malos recuerdos

¿No han visto las fotos en el hi de Jorge?, es la pregunta que a modo de saludo matutino profiere Humberto al llegar al salón de clases una mañana de jueves en Ciudad Universitaria. Las respuestas son variadas. Carlos dice que no las ha visto, pero sí que participó en un foro de un periódico en su versión digital. Salvador afirma haberlas visto y que incluso tiene más en su facebook.

—¿Ya viste Batman? —se escucha desde el fondo del aula.
—Sí —contesta Sandra—, fuimos al Imax de Perisur después de regresar de Topilejo, donde repartimos volantes y hablamos con la gente del lugar.

En los programas matutinos de radio se habla de los mismos temas. Están en boga los antros, la represión de las policías. Pero apenas se oye sobre una represión de parte de las autoridades de seguridad contra los jóvenes; un locutor de esos famosos dice incluso, gracias a un enlace ciudadano (llamada telefónica al Iphone de un alumno de Arquitectura), que un grupo uniformado intentó ingresar a Ciudad Universitaria pero que el sindicato de trabajadores, profesores y estudiantes se lo impidieron. Además, se menciona, aunque está por confirmarse, que el rector hizo su aparición allí, lo cual se despeja de dudas a los pocos minutos en la web oficial a través de sendos comunicados de prensa con fotos bien iluminadas, aunque un tanto retocadas.

Creando espacios
Si bien hay varios espacios en los medios de comunicación para hacer llegar el mensaje, no todos son confiables, por eso los estudiantes apuestan de manera organizada por informar de primera mano, de allí la creatividad para montar una estación de radio en internet, que según Carlos no se oye tan mal. Antes ya lo habían hecho, con fines académicos y luego lúdicos, ahora es el momento de darle un sentido social al aprendizaje, oportunidad que no desaprovechan.

Dalia escuchaba de lejos la charla, pero se acerca interesada para comentar sobre un blog que apenas se abrió a inicios de semana, que ya tiene miles de visitas pues ha sido el que más información brinda, a tal grado que varios periodistas lo citan en sus columnas. El blog es alimentado por estudiantes de todo el país, a través de una red estudiantil autónoma, de esas que nacen espontáneamente y cuyos participantes tienen algo en común, en este caso: informar sobre los hechos.

Después de escucharla, cada quien piensa en hacer su blog y lo va a declarar primer territorio libre de México. Humberto entonces intenta poner orden y quiere repasar los puntos del movimiento, para que no se pierdan y no vayan a producirse tergiversaciones. Lee en voz alta un texto que viene en el sitio web oficial del movimiento, el cual revisa en su computadora personal con conexión inalámbrica. Hace comentarios al respecto, el resto lo deja terminar.

Carlos comenta que en su camino a la escuela le tocó ver en el Metro a varios jóvenes entregando volantes con un resumen bien elaborado de los acontecimientos recientes: de cómo nace el problema, de qué quieren los estudiantes, de cómo ha respondido la autoridad.

Eso sí, reconoce el esfuerzo de sus colegas, pues miró cómo costaba trabajo esta labor en los vagones del sistema de transporte colectivo, pues se pelea el espacio con una cantidad apabullante de vendedores ambulantes que entre sus gritos y música que venden, hacen en verdad ensordecedor el ambiente, y eso a la gente le molesta bastante, de allí que en ocasiones no exista atención suficientes sobre temas que se supone son más relevantes.

Dalia se distrae un poco para leer un mensaje que le llega al celular. Lo comparte con sus compañeros: “Se les invita a todos los estudiantes y sociedad en general a participar en una marcha que culminará en mitin informativo en la Plaza de la Tres Culturas de Tlatelolco, cuatro de la tarde del próximo miércoles 2, si la lluvia no lo estropea”. Eso es todo el mensaje. El cual se distribuye como virus y les llega a miles de estudiantes que sin duda estarán presentes de alguna forma. El mensaje de celular ya también se empieza a distribuir por correo electrónico.

La clase está por comenzar y se terminan los comentarios. El profesor tiene un semblante diferente, en el brillo de su mirada se le nota algo que no se le veía en las clases anteriores. Cambia el tema de la asignatura por el que todos esperan debatir, ése que se refiere a los valores de cada individuo y que suele cobrar fuerza e impulso en una lucha que se sabe de antemano ganada en términos de razón mas no así en términos de fuerza.

Los días transcurren rápidos, pero llenos de tensión. Atrás parece haber quedado el 22 de julio del pleito callejero entre los estudiantes, aparentemente sin motivo, y la desatada represión de la AFI contra los jóvenes, y toda esa provocación supermontada por el gobierno. Y que se dice que fue lo que detonó todo.

La Ciudad de México vive días templados y húmedos. Es septiembre. Cuando interviene el ejército en Ciudad Universitaria, los celulares no fueron eso de que “todo México es territorio Tontel”. Se perdió la señal.

Salvador no iba a ir a clases el jueves 3 de octubre, pero el mismo instinto que lo llevó a la Plaza de la Tres Culturas el día anterior, lo condujo a encontrarse con sus amigos en un café internet donde en ocasiones se reúnen. Sin mensaje ni correo de por medio, todos estuvieron allí. Los rostros de todos eran distintos. Sus palabras se resbalaban como susurros tristes.

Ninguno se imaginó que aquella historia vivida habría de marcarlos para siempre. Nada sería igual: ni ellos ni su país. A pesar de todo, cuarenta años después, en 2048, seguirían amándolo con la intensidad y devoción de siempre. Sin pensar en el reservorio de desechos industriales en que quedaría convertido.

Texto aparecido en la contraportada del suplemento CAMPUS de Milenio Diario del hoy jueves 31 de julio.

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