viernes, 4 de agosto de 2017

La foto del Presidente Macron

En los tiempos modernos cobra mayor relevancia la frase: una imagen dice mucho más que mil palabras. Máxime en la arena digital, y todavía más si de lo que se habla es de una figura de la política internacional. El Presidente de Francia Emmanuel Macron decidió hacer pública la foto oficial de su mandato a través de su cuenta de la red social twitter, atendiendo primeramente las exigencias de los nuevos tiempos y de una buena parte del electorado que lo eligió y que allí se expresa. Esta imagen que de manera casi inmediata le dio la vuelta al mundo, conlleva una carga de elementos de poder que deben entenderse como lo que son, enlisto los más evidentes: Las banderas (que lo flanquean) de Francia y la Unión Europea, en un momento donde pareciera la modernidad y posverdad que le acompaña se encamina a la independencia total, Macron hace un llamado, como en campaña, por la unidad de Francia en el contorno mundial. La parte posterior es una ventana abierta que señala apertura, diálogo, sinceridad, en un cielo que comunica tranquilidad, y con el verde frondoso de los árboles que nos hablan de vida pero también de refugio, nada mejor que una sombra para guarecerse del intenso sol. La postura, de pie y no sentado, puede recordar retratos famosos de mandatarios pasados, que deciden ir al frente de su ejército, poner la cara y el pecho ante la adversidad, esa es la imagen que decidió lo acompañe en el inicio al menos, de un mandato que ha levantado expectativas, pues el mundo en general requiere de liderazgos. Es una fotografía oficial que nos recuerda que en comunicación menos es más. Y que los políticos modernos no deben tener miedo y por el contrario, atreverse a hacer guiños, como la sonrisa de Macron, o los brazos cruzados en su momento del entonces Presidente de Estados Unidos, Barack Obama (uno de los referentes clásicos del francés). El traje oscuro y la camisa pulcramente blanca con una corbata sobria le dan el toque de seguridad que necesita el líder mundial. En suma un excelente retrato oficial de alguien que ha llamado la atención y pertenece ya a la generación de los Trudeau canadiense, Merkel alemana y Obama desde fuera de la presidencia norteamericana, todos ellos con algo importante que aportar al mundo moderno. Esta imagen es un ejemplo de lo que bien señala Daniel Ivoskus en su libro Lo que no se dice no es, “La diferencia entre la simple propaganda y la comunicación, justamente, es una razón de contenidos y de oportunidades”.

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