martes, 29 de abril de 2008

Con voz femenina

Hace una semana tuve la suerte de que un amigo me presentara a Esther Seligson. Bastaron dos minutos para que existiera una sonrisa mutua con esta mujere entrañable. Le dije que había escrito una reseña sobre un libro suyo, pero por la mala memoria en ese instante no recordé cuál era. Aquí comparto la reseña del libro Jardín de infancia, la cual por cierto nunca publiqué, así que tómese como inédita.

Con voz femenina
De manera cronológica, o como imágenes salteadas de una vida entera se presenta Jardín de infancia de Esther Seligson (México, 1941), libro que da asilo a voces que se pueden entender como la de una niña inocente, una muchacha fresca, una mujer ávida de vivencias, una dama madura, y una abuela tierna.
La ganadora del Premio Xavier Villaurrutia en 1973 (junto con los poetas Jaime Sabines y José Emilio Pacheco) por su libro Otros son los sueños, coloca por ejemplo, a la amante que confiesa casi inevitablemente: “A pesar de que nuestros cuerpos se entrelacen y mi boca humedecida repose en tu cuello, las manos torpes entre las ropas, tendremos que hablar y abrir los ojos para conocernos, habrá que separarse con la piel dolida sin desnudar, sin habernos encontrado, porque tal vez no sea ése el tiempo nuestro sino el otro, y el de otra”.
Es tal la variedad de sonidos femeninos en Jardín de infancia que incluso la madre o la abuela pueden identificarse en algunas de sus líneas: “¿Hacia dónde escapará el hijo, si ya sabe que los sueños no existen (tú se lo has dicho para evitar que lo atemoricen), que los cuentos cuentos son y la ternura un rechazo constante? ¿A qué puerta llamará si todas dan al campo?”, entendiendo por campo el mundo entero, salida de la infantil gracia de la sonrisa.
El existencialismo es un tema que gusta de hilvanar la también autora de Tras la ventana un árbol, La morada del tiempo en novela, Luz de dos e Indicios y quimeras en cuento y Diálogos con el cuerpo así como Tránsito del cuerpo en poesía, entre otros, para muestra lo siguiente: “Y aunque entiendo que el sobresalto continuo y el continuo agotar y escudriñar cada instante sea insostenible, ¿cómo hacer, a pesar de ello, para mantener viva e intensa la certeza de estarse viviendo?”.
La manera de preguntar es sólo un impulso para elevar el pensamiento a razones poco conocidas pero que existen en la cotidianidad, Seligson inquiere “¿Quién vive la otra mitad de nuestra vida, esa parte de nosotros que se queda callada, ardiendo silenciosa, para no se sabe qué otro pensamiento que la consume desde lejos, desde otra vida que vive pensándola, atrayéndola a distancia?”, la respuesta infinita está en cada uno de nosotros.
La pareja no se queda afuera del diálogo que entabla la autora con sus lectores, una pareja que busca el miedo en al otra persona, que permanece en un sueño amoroso quizá por ser la posición que todos en un momento hemos jugado. Aunque al final el remordimiento regresa: “Me hacía falta la mano que esbozaba su caricia sin llegar a darla, los dedos maduros de rocío, y en la palma un higo virgen”.
Por supuesto que todas las vivencias tienen un escenario y los enceres que lo amueblan. El telón de fondo del jardín estructurado por Esther Seligson es una ciudad que necesita ese amor que sólo se dan los amantes, de esa agua que queda estancada y que su olor lastima, de esa caricia que se transforma de a poco en un acto violento, de los elementos terrenales y fantásticos que pueblan la trama.
Quizá los lectores más regulares de esta autora mexicana traduzcan las páginas de Jardín de infancia como memorias, diario, poesía en prosa e incluso epístolas trabajadas a lo largo de su vida y entregadas ahora en forma de libro.
Al final de la obra puede el lector hacer ciertos cuestionamientos, preguntas que si bien no encontrarán respuesta a la brevedad, le servirán para afrontar los avatares de la vida con una mejor cara, sobre todo si le designa una respuesta certera a la cuestión que se formula la autora: “¿Es acaso ilícito dejar todo para correr tras la realización de un sueño?”.
Esther Seligson. Jardín de infancia, Ediciones Sin Nombre, México, 2004, pp. 265.

Pd. No tarda en aparecer un volumen copioso sobre teatro de esta autora dadivosa.

lunes, 28 de abril de 2008

El destino confabulado

Este fin de semana leí la siguiente frase en un libro del cual hablaré a su debido tiempo: “Los humanos no influimos en nuestro destino, ¿qué podemos hacer si la suerte no nos acompaña?”. Será cierto que no influimos en nuestro destino, que la suerte puede o no acompañar cada paso que damos en el día y en la noche. Dónde queda entonces aquello de que quien se levanta temprano tendrá una ayuda extraterrenal con el “a quien madruga Dios lo ayuda”, y dónde por tanto, el trabajo, la disciplina, la constancia y perseverancia de aquellos que se esfuerzan por dar lo mejor cada jornada.
También leí que la del sábado fue la última entrega del suplemento Confabulario de El Universal, dirigido por el cronista, narrador y periodista Héctor de Mauleón, desde aquí un abrazo sincero y el agradecimiento por los 210 números que alcanzaron y compartieron con sus lectores. De seguro que en su momento vendrá un nuevo proyecto cultural que siempre hace falta en este país.

viernes, 25 de abril de 2008

Recibido

Desde España ha llegado un paquete al correo postal. Es emocionante recibir documentos o cartas por esta vía, al menos hace más llevadero el momento cuando revisamos el buzón y sólo encontramos facturas por pagar, anuncios de que compremos algo que no necesitamos o publicidad mal hecha en su mayoría. Este envío lleva la firma de mi gran maestro José María Ricarte, quien desde Barcelona hace llegar las copias, pues el original es complicado conseguir, del volumen Una técnica para producir ideas de James Webb Young, una joya de esas raras que por raras son más bellas. No mayor de 80 páginas he leído este librito al menos un par de veces y espero seguir encontrándole cada vez mayor y mejor utilidad. Agradezco el envío por el doble motivo comentado. Buen pretexto este para invitar a escribir y enviar más cartas de puño y letra, aunque suene demasiado romántico en un mundo tan lleno de inmediatez, y así tal vez no dejarle todo el peso de la responsabilidad al correo electrónico, que incluso llega a fallar.

jueves, 24 de abril de 2008

Contraverano

Anoche en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes el poeta sinaloense Mijail Lamas presentó su libro Contraverano, del cual, en la parte final de la charla leyó algunas piezas de este volumen recomendable por varias cosas que se comentarán en su momento. Lo que quiero compartir es que tenía rato que no escuchaba a un poeta interpretar sus poemas. Esto es, Mijail además de buen escritor es un excelente declamador, un verdadero hallazgo puesto que no lo conocía y como dije, de Contraverano hablaré más holgadamente cuando lo relea.

miércoles, 23 de abril de 2008

Comodín

Ayer recibí un correo del escritor Vicente Alfonso (El síndrome de Esquilo y Partitura para mujer muerta, son sólo dos botones del potencial de este joven escritor). Comenta, entre otras cosas más interesantes, que le agradó un poema de mi libro Olvidos de segunda mano de nombre “Comodín”, lo transcribo aquí, desde donde agradezco su lectura.

La actriz de cine con los senos de alta jerarquía
la cantante que luce su poco vestuario
la dama que atiende un negocio en cierta esquina
y la mesera del restaurante afamado.
Ojalá todas sepan perdonar
porque sin lugar a dudas puedo amar a cada una
pero no morir por ellas,
y en cambio muero diariamente
por una periodista ejemplar.


Donde está la palabra subrayada puede colocar
la profesión u oficio que más convenga a sus intereses.

martes, 22 de abril de 2008

Presión psicológica de la izquierda en el siglo XXI

Se le ve cansado, sus ojos son el reflejo de la situación por la que ahora está pasando; empleado de confianza en una delegación del sur de la ciudad con nombre de mujer, el año pasado ganaba sin ninguna prestación extra $10,000 pesos al mes, pero de ellos $4,000 regresaban a las personas que lo contrataron pues de algún lugar tenía que salir los fondos para solventar la Presidencia Legítima.

Este 2008 el balance económico lo dejó con el ceño fruncido, pues si bien ya no coopera con la causa, su salario fue reducido a $4,000 pesos, quizá sean los que entrega no de muy buen agrado otro empleado que está en una posición como la que él ocupaba meses antes. Por fortuna, dice él, no tiene hijos que mantener.

Sumado a este bajo salario tiene que cubrir cuotas en persona. Con la toma de las sedes del Poder Legislativo se tienen que organizar las áreas de las delegaciones gobernadas por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) para cubrir turnos nocturnos. A él le tocó en el Senado, en su caso, trabajador de Servicios Generales, fue el día miércoles para amanecer jueves. Allí les pasan tres veces listas de asistencia, en unos papeles que deben firmar: la primera es a las ocho de la noche, luego otro cercano la media noche, y una más a las 5 de la mañana, ya casi para irse a trabajar.

El no pasar lista no quiere decir que pierdan su empleo o que les reduzcan su paga de por sí baja, pero sí pone en riesgo su posible recontratación cuando concluya el actual contrato. Presión psicológica de la izquierda en el siglo XXI. Les dan una cena a cambio.
Aclaración: el pase de lista lo hacen (o hacen que lo hagan) como simpatizantes del PRD no como empleados delegacionales.

Su agenda personal se ve mancillada. Trabaja de lunes a domingo y no precisamente en las labores que en su oficina deberían hacer, por ejemplo, un domingo reciente tuvo que presentarse en el Zócalo capitalino para la asamblea de Andrés Manuel López Obrador, la vida social poco a poco se extingue, allí también hay pase de lista. El año pasado fue parte de los grupos que enviaron a Michoacán para hacer numerosos los mítines del hoy gobernador, entonces candidato, Leonel Godoy.

Viejas prácticas, movimientos sociales, resistencia pacífica, contratos a conveniencia. Y el recuerdo de la toma de Paseo de la Reforma se asoma entre los peatones. Los nombres y títulos son lo de menos, el exceso y abuso que realizan los mandos medios y superiores de las delegaciones gobernadas por el perredismo forma parte de un mosaico de acciones que si bien no son secretas sí pasan de manera discreta para no manchar la prístina tela de juicio de un frente social que parece debilitado, pese a recurrir a la presión psicológica para cubrir una mínima parte de sus mucho fines.

lunes, 21 de abril de 2008

Que hable quien está presente

En la presentación del libro Autoentrevistas de escritores mexicanos (Ignacio Trejo Fuentes e Ixchel Cordero Chavarría) estuvieron físicamente presentes Alejandro Sandoval (en representación de Víctor Sandoval), Ignacio Solares, José de la Colina, María Luisa Mendoza, Víctor Hugo Rascón Banda, Raúl Renán y Gonzalo Martré (muy divertido el texto que leyó). Gustavo Sainz no se presentó en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes pero envió un texto (que leyó José Ángel Domínguez). Nada parece raro hasta aquí, sin embargo fue el Presidente de la SOGEM antes de acabar el acto quien propuso ante un auditorio repleto que no se leyeran textos de autores que no se presentan en las reuniones de ese tipo. Argumentó que el público sigue a sus escritores favoritos y para llegar a los diversos puntos de reunión de esta cada vez más complicada Ciudad de México (que ya la siguen urbes de menores proporciones como Morelia o Puebla por ejemplo) tiene que levantarse y salir antes, pagar taxis u otros menesteres, por ello se le hacía un insulto que no fuera un autor que estuviera anunciado. Su propuesta no es descabellada del todo, quien vino que ocupe el micrófono y quien no, simplemente ni se le mencione. Por cierto, no se le ve muy bien físicamente a Víctor Hugo Rascón Banda.

viernes, 18 de abril de 2008

Octavio Paz, a diez años de su partida

Los festejos por el décimo aniversario luctuoso de Octavio Paz hacen que de nueva cuenta se ponga en el centro del debate la figura e importancia en varios ámbitos de la vida de México del Premio Nobel de Literatura 1990. Si bien referente y clásico en las letras universales, se le recuerda también por posiciones políticas como la de tomar permiso (no renunciar) para separarse de la titularidad de la embajada de México en la India en octubre 1968, como respuesta a las acciones emprendidas por el gobierno en contra de los estudiantes; así como por su liderazgo rayando en cacicazgo en materia de la administración cultural en nuestro país. Hoy tanto sus autoherederos como sus admiradores buscan la mejor manera de recordarlo: conferencias, conciertos, lecturas e incluso la publicación de un libro inédito editado por el FCE, pero como sabemos, el mejor reconocimiento se lo dan sus muchos lectores que aun se estremecen con las líneas de poesía, reflexionan con las de ensayo, dialogan con las de crítica, y aprenden siempre con las de análisis que nos dejó este ciudadano del mundo.

jueves, 17 de abril de 2008

Presentan "Autoentrevistas de escritores mexicanos"

El libro Autoentrevistas de escritores mexicanos se presenta este domingo 20 de abril a las 12:00 horas en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. Ideado por el maestro Ignacio Trejo Fuente e Ixchel Cordero Chavarría, contará con la presencia de autores que aparecen en las páginas de esta obra sin antecedentes en nuestro país, como lo son José de la Colina, Ignacio Solares, María Luisa “la china” Mendoza, Gonzalo Martré, Víctor Hugo Rascón Banda, Víctor Sandoval y Enriqueta Ochoa, entre otros. Próximamente hablaremos de este interesante libro.

Lo ameno del análisis

En los estantes y referencias existen obras difíciles de ubicar por su variado perfil. Muchas veces ello se debe a que la pluma que les dio vida también luce en distintos reflectores, y en casi todos logra influir, o al menos que su voz sea escuchada y, sobre todo, respetada.

Tal es el caso de Paralelos y meridianos de Guillermo Sheridan (1950), obra que nos lleva de análisis en análisis de manera clara, acogedora, divertida, solidaria. Compañero de la lectura, el autor nos hace saber sus autores, sus artistas, su mundo en porciones indiferentes para que lo habitemos de a poco, con él. Y entrar juntos pues a esa “Locura en continuo estado de verbalización” como se refiere al Quijote.

Junto a la creación de Cervantes, Margit Frenk y Colón dan forma a los Remotos, sobre éste último viene el comentario: “La identidad latinoamericana aparece como un ente desconcertado que bebe ilustración francesa con boca indígena y semi-española; las herencias de la misión oficial española, la ‘verdadera religión’ y la lengua castellana se han convertido en vehículos para el envilecimiento”. La historia y su estudio como constante, cual fuerza creadora.

La sección de Artistas es inaugurada por Manuel Álvarez Bravo, cuyo trabajo a decir de Sheridan “sufre la paradoja de esos artistas cenitales que, a pesar de su longevidad, dejan una obra tan perfectamente acabada como inconclusa”. Quizá allí devenga ese ojo duradero del fotógrafo, esa óptica abierta y dispuesta a la acción. Abel Quezada y Ángel Zárraga son los otros invitados al festín. Zárraga, el mismo protagonista de la vida cultural mexicana, en cuyo trabajo obtuvo Sheridan el aprendizaje que requiere todo ser humano sobre la belleza y el arte, la elaboración escrupulosa de la obra, de la razón y su obra sumada al talento natural.

Borges es el primero de la lista de En prosa, pero esta vez es el Borges que va al cine, el que sabe “que uno de los más refinador placeres del cine consiste en ver mal cine y hablar de él, y suele echar mano de una ironía inencontrable en la crítica literaria, siempre reservada para el entusiasmo”. Le sigue Carlos Fuentes con Gringo vejo, que es a decir de Sheridan, “un recetario de identidad mexicana adquirido en el mercado de pulgas intelectual de la década de los cincuenta y de su traslado —autorizado por el ánimo pedagogizante que también caracterizó a la cultura ‘revolucionaria’— a la forma más accesible de la narrativa”. Siendo esta una de las características del también profesor de la Facultad de Filosofía y Letras, que combina la lucidez con lo lúdico, dando paso a la lectura suelta de una escritura bien lograda que ubica el pulso, lo mide, lo calibra y luego entonces, lo comparte, como buen maestro.

Alguien que también abanderó el tono de divertimento crítico fue Jorge Ibargüengoitia, de quien señala: “A diferencia de otras culturas en las que la risa, la sátira la ironía son un ingrediente necesario para el correcto funcionamiento de la cosa pública, en México podía ser un desacato, una irresponsabilidad o una enfermedad”. Para luego abundar, merece la pena leerlo in extenso: “¿Qué puede hacer el humor ante un estado de cosas si su propia capacidad de operar como un agente crítico es rebasada por la monstruosidad del objeto a criticar? La cultura humorística del país se halla tan subdesarrollada con la cultura crítica, y es igual de cautelosa, convenenciera y acomodaticia”

En este mismo apartado se da cita José Vasconcelos y sus ensayitos, visto así por el contraste de la grandeza, pues “Pocas veces un hombre creyó encarnar en tal medida una cultura, una manera de ser, de pensar y de sentir nacionales, y pocas también alguien ha pagado en forma la conciencia de que no había sido cierto”.

Por su parte, con Salvador Elizondo hace una pausa, y recuerda; pero es como si lo volviera a vivir, como si regresara (de hecho lo hace) a las páginas, a los párrafos exactos de Farebeuf, donde nace esa sensación del vértigo a punto de la caída, de la flama antes de la explosión, del adverbio colocado con alevosía y ventaja.

Después de andar en prosa se llega En verso, con el recientemente celebrado colombiano Álvaro Mutis como primer fichaje, y el mexicano José Luís Rivas poeta extenso de quien Sheridan escribe: “Frente a la poesía cerebral y especulativa, trizada e irónica de la urbe, Rivas se arriesga a hollar la materia prima de un lirismo febril”, y es que a su parecer, el autor de Raz de marea “ha precisado los contornos de su experiencia originaria a fuerza de preservarla dentro de sí y de ser el expedicionario de sí mismo; ha acudido, como pocos a las duermevela de la infancia porque ha logrado preservarla sin explotar a la memoria; conoce la barbarie hiperactiva del inconsciente porque ha desdeñado sus fáciles recompensas”.

La lista prosigue con Julio Trujillo, Genaro Estrada, el gordo, quien fue “más una vida que una obra” y Antonio Deltoro, poeta de alta factura, cuya “singular manera de percibir, un percibir bizarro, una imaginación impredecible”, sea a decir de Sheridan posiblemente lo mejor de él.

La sección final se titula Unos raros, y allí pasan lista José Moreno Villa, experto en la materia lingüística (“El país del lenguaje abunda de apartes y recodos y a nada le cuesta más trabajo reconocerse que a lo semejante”), Antonio Alatorre (“…la sabiduría literaria, esa luz inteligente que un buen crítico logra hacer vibrar sobre un escrito. Y otra fidelidad no menos relevante: la de obligar a nuestra responsabilidad a atarearse frente a aquello que sólo la literatura provoca, aquello que le es propio e incompatible”).

También aparecen Louis Panabière, Mariana Frenk-Westheim, Francisco Hinojosa (“El raro clásico es el que logra que su libertad funcione en la estrechez de los cánones”) y Hugo Hiriart, “un inquilino de su propio lenguaje. Se trata de uno de esos escritores aventureros en perpetuo sabático; no un colonizador, sino un barretero; no un comerciante, sino un gambusino solitario. Un personaje que suma a sus letras una presencia, una conversación y una leyenda en formidable armonía”.

Paralelos y meridianos es el conjunto bien labrado de ensayos que analizan y comparten, que sacrifican el tedio y ponen al servicio del conocimiento las herramientas de hechura, la porcelana ya abrillantada de los artistas que se comunican de una nueva forma a través de una mirada sagaz, pulcra, lúdica, contundente como la de Guillermo Sheridan. Si bien no libro de cabecera, seguro sí un libro referencial, que pone al ensayo de nueva cuenta como un arma de precisión cuando el resto de la mercancía literaria da tumbos a diestra y siniestra.

Guillermo Sheridan. Paralelos y meridianos, Pértiga (UNAM), México, 2007, pp. 284.
Publicado en Siempre¡ (2856) del 11 de marzo de 2008.

El inicio

Este es el primer comentario que hago en DobleNegación, y va dedicado a todos aquellos amigos que tiene un blog o que sin tenerlo me han sugerido tener uno propio, de ese entusiasmo nacen estas palabras que verán pasar a su lado reseñas, comentarios y observaciones sobre el gremio literario sobre todo, aunque no está exento el mundo de la comunicación política pues es mi otra profesión. También el mundo de la academia estará presente de alguna u otra forma. Para responder antes de que se pregunte, el nombre viene a ser esa parte positiva que todos tenemos y que llevamos en alguna parte de la mente aún sin saberlo. La doble negación es un “no” dos veces dicho que bien se puede traducir como un sí, una posibilidad de ser mejor. Así empezamos pues esta bitácora. Gracias, Rafael G. Vargas Pasaye