domingo, 1 de abril de 2012

El vigilante del fiordo

Nacido en San Sebastián, en el País Vasco de España, donde el concepto del grupo armado eta es más que una constante amenaza, Fernando Aramburu ha sabido desde siempre navegar con una prosa fuerte, directa, con sentimiento de confianza. Los peces de la amargura es una muestra clara de su trabajo como cuentista y ahora con El vigilante del fiordo, colección de ocho cuentos, renueva su compromiso con esas buenas formas de narrar.

El dolor se siente, pero sobre todo es la percepción de los nervios, del pasado que transmite una quemadura que más bien parece una cicatriz de cuerpo entero, es eso lo que lleva a su personaje del cuento que da vida al libro a la locura, al recuerdo constante en el sueño para cumplir su cometido, porque de lo contrario el grupo terrorista para el cual trabaja le cobrará cara la factura.

Aramburu describe a las víctimas de los atentados como sus personajes, no siempre es el que recibe el ataque de manera frontal, en ocasiones toma a la familia cercana, a los amigos, y desde diferentes ópticas logra contarnos esas historias que hay alrededor de la desgracia.

En sus párrafos se sienten esa aceleración en el pulso, la identificación de un signo que rememora el miedo, el temblor en esa otra orilla, a tal grado que el también autor de Fuegos con limones llega a crear un personaje que nos narra su propio entierro.

La locura es un signo de comportamiento en estos cuentos, pero la locura direccionada por un recuerdo vivo, transparente a fuerza de golpes; sin necesidad de decir que hay un fantasma, los espectros recorren las páginas, o peor aún los sueños y las realidades de los personajes, el escenario es propicio para la remembranza, esa es la magia y la fuerza de los cuentos de Fernando Aramburu.

Sin duda El vigilante del fiordo es en primera instancia un recuerdo de las víctimas de actos terroristas, pero la desgracia puede venir desde cualquier flanco y allí es donde estos cuentos cobran una vida especial, un empuje y una fuerza digna de ser leídas.

Fernando Aramburu, El vigilante del fiordo. Tusquets Editores, México, 2011; 184 pp.

Texto aparecido en la revista Siempre¡ en su edición del domingo 1 de abril de 2012.

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