lunes, 12 de agosto de 2013

Barack Obama en sus propias palabras

Nada más contundente que las palabras que van quedando para la posteridad para saber qué tan coherentes han sido algunos personajes de la vida pública moderna, por ejemplo el hoy Presidente de Estados Unidos Barack Obama. Alguien que se ha especializado en este ejercicio de la recopilación es Lisa Rogak, quien tiene en su haber volúmenes similares sobre políticos como Colin Powell y Howard Dean. Pero en el caso que nos ocupa es necesario señalar, como afirma la compiladora, que “los estadunidenses rara vez han tenido la experiencia de un candidato presidencial cuyo estilo retórico fuera tan crucial para su plataforma política”. Ella hace su afirmación poco antes de noviembre de 2008, cuando todavía no entraba a los libros de historia Barack Obama como el primer presidente de color de Estados Unidos. Lo cierto es que el actual mandatario llama la atención cada vez que emite una comunicación, ya sea en la forma, en el fondo, con sus frases, con sus imágenes, siempre comunica. De allí que este cofre de sus propias palabras sea un interesante ejercicio que demuestra su ideario, su perfil, su forma de tomar decisiones, por ejemplo cuando era Senador por Chicago, incluso en un momento que no todos lo tenían en el registro para competir ya no digamos por la silla presidencial sino por la candidatura, comento en tono de crítica al gobierno de George W. Bush: “No es la magnitud de nuestros problemas lo que más me preocupa. Es la pequeñez de nuestra política. Estados Unidos ha enfrentado grandes problemas, pero hoy, nuestros líderes en Washington aparecen incapaces de trabajar juntos de un modo práctico, guiado por el sentido común. La política se ha vuelto tan amarga y tan partidaria, tan trabada por el dinero y la influencia, que no podemos abordar los grandes problemas que exigen solución”. Cada intervención iba colocando ese granito de arena que con el paso de los días le ha dado forma a un perfil que resulta inspiración para muchos, porque conlleva también una alta proporción de sinceridad, lo cual de paso atrae a la confianza. Señala, por ejemplo: “Mi actitud general es que, si estoy haciendo un buen trabajo ahora, puedo tener la oportunidad de aspirar a un cargo superior. Si no estoy haciendo un buen trabajo y estoy prestando demasiada atención a lo que pueda ocurrir en el camino, no estará esa opción abierta para mí”. La lógica de la razón, de lo que el ciudadano entiende y quiere escuchar. Y es que en esa parte del sueño y la esperanza, el “Yes we can” que enarboló en su primer campaña presidencial, en el paso del “Change” al “Fordward” que le siguió cuatro años después, siempre mantuvo la coherencia en sus años previos, por ejemplo cuando en una declaración afirmó: “No es que la gente común haya olvidado cómo soñar. Es sólo que sus líderes lo han olvidado”. En las líneas del mandatario podemos percibir confianza en sí mismo (“No me presentara si no pensara que puedo ganar”), frases para que la gente lo apoye (“Respuestas directas a preguntas fundamentales. Eso es lo que no tenemos en este momento”), tips de campaña electoral (“Uno no vota por alguien por la forma en que se ve. Se vota por aquello que representa”), y por si fuera poco, consejos para aquellos políticos que les da por escribir sus libros también tiene unas palabras: “Me sentiría muy incómodo poniendo mi nombre en algo que ha escrito otro, o que he coescrito o dictado. Si mi nombre está ahí, me pertenece”. Al final Barack Obama es personaje de sí mismo: “Descubrí que la mejor forma de abordar la ‘construcción de la imagen’ es ser yo mismo y dejar que todo el mundo sepa lo que pienso. Y de ese modo no termino tropezando por decir una cosa y hacer otra”. Así, dibujado de propia mano, con sus mismas palabras se puede ver a un Obama en su punto y en su interior, con la pausa para releer lo que dijo, para ubicar su forma de pensar y de actuar, el movimiento pues, de sus palabras. Lisa Rogak, Barack Obama en sus propias palabras. Aguilar, México, 2012; 156 pp Texto publicado en la Revista Siempre del domingo 11 de agosto 2013.

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