viernes, 22 de marzo de 2013

Microrrelatario de Ficticia

Hace poco más de una década nació el portal de Internet Ficticia.com, un mundo paralelo que sirvió para lo que hoy es común en la red de redes, pero en ese entonces apenas comenzaba: conocer y dar a conocer cuentos de cualquier parte del mundo hispanohablante. El éxito del naciente sitio web dio pauta a la vida real en papel. Así nació Editorial Ficticia comandada desde entonces por el escritor Marcial Fernández. Una de las mayores atracciones del sitio web era un taller virtual nombrado desde su fundación como “La Marina”. Allí quien quisiera podía compartir un cuento (la mayoría cortos) y el resto de participantes lo comentaba; con mayor orden comenzó a funcionar como taller, y hasta la fecha esa dinámica persiste, gusta, es buscada. El sitio web cuenta con un número bastante respetable de autores reconocidos quienes amablemente permitieron al mundo de Ficticia que publicara de manera virtual alguno o algunos de sus cuentos, por ello el convivio entre los “famosos” y los “novatos” se presenta de manera natural. Como consecuencia de ese gustado taller, hoy sale a la luz Cien fictimínimos. Microrrelatario de Ficticia, compilados por Alfonso Pedraza, personaje central en dicho taller virtual. En el volumen se ubican ese número de relatos breves de la hechura de cuarenta y siete autores de México, España, Argentina, Colombia y Francia, y para muestra algunos botones: Microficción: “Era un hombre de letras. No tenía palabra”, de Gustavo Marcovich. Orden alterado: “Cada mañana saltaba de la cama al baño, del baño a la cocina, de la cocina a la escalera, de la escalera a la calle, de la calle a la oficina y vuelta de nuevo, hasta que un día se quebró la rutina y el destino dispuso que saltara de la cama a la calle, hecho mil pedazos”, de Luis Terregrosa. Paranoia: “Sus tres intentos frustrados de suicidio le provocaron una seria paranoia. La vida lo perseguía implacablemente”, de Jorge Pardo Pedrosa. Aviso oportuno: “Se solicitan fantasmas para devolver capacidad de asombro. Interesados, favor de presentarse sorpresivamente”, de Beatriz Patraca. Anuncio: “Vendo margarita especial, tamaño XL, con amplios, amarillísimos y tersos pétalos, suaves al tacto, infinitos, para que nunca termine tu duda. Uno, para el ‘me quiere’, otro, para el ‘no me quiere…’. Y así hasta la eternidad. Para que te mueras ahogado entre pétalos sin llegar a oír lo que más temes, lo que más te aterra, lo que por nada del mundo quisieras escuchar”, de José Manuel Dorrego Sáenz. Sin retiro: “Cuando la joven, bella y arrepentida prostituta cruzó las puertas del cielo, creyó que había sido absuelta de sus pecados. Ignoraba que en verdad la requerían, clandestinamente, por su oficio”, de Gabriel Bevilaqua. Intuición femenina: “La acarició y la besó antes de colocarla sobre la marca de los once pasos. Mujer al fin y al cabo, la pelota percibió lo falso de aquel acto y fue directa a los brazos del portero”, de José Manuel Ortiz Soto. Y Justicia: “Dado que todas las pistas conducían a él, se entregó a la policía. Ya cometería el crimen cuando saliera de prisión”, de José Luis Sandin. Cada uno de estos microrrelatos son universos que van en una misma sintonía, personajes diversos, voces frescas. Muchos se identifican por haber sido finalistas de múltiples concursos, esos que no llegan al primer lugar pero vale la pena leerlos, esos mundos y esos relatos que merecen ser conocidos, por eso y para eso se creó Ficticia, espacio único donde los habitantes marcan el ritmo de las letras. Lo que unen a estos relatos mínimos son la sorpresa, la brevedad y la calidad, bienvenidos los cien fictimínimos (inevitable recordar al poeta Carlos Pellicer con sus poemínimos), seguro que en el taller “La Marina” se siguen cociendo a fuego lento los demás que darán continuación a este proyecto que salta de la pantalla al papel. Alfonso Pedraza (compilador), Cien fictimínimos. Microrrelatario de Ficticia, Editorial Ficticia (colección Biblioteca de Cuento Contemporáneo, número 34), México, 2012; 113 pp. Texto aparecido en la revista Siempre¡ del domingo 17 de marzo de 2013.

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