martes, 1 de julio de 2008

Memoria para el olvido


El autor de El extraño caso del Dr. Kekyll y Mr. Hyde, Robert Louis Stevenson murió en 1894, reconocido como narrador, también en su legado se pueden ubicar ensayos de gran hechura por su profundidad y rigor, a los cuales no escapa también el humor que todo genio conlleva. Estos escritos ahora han salido de la imprenta del Fondo de Cultura Económica en coedición con Siruela bajo el sugerente título de Memoria para el olvido, del cual extraigo un par de citas para hincar el mes que da de paso comienzo también a la segunda mitad del año.

“Un hombre tiene que haber pensado mucho en el paisaje antes de empezar a disfrutarlo de veras”

Y nosotros que luego nos dejamos absorber por la cotidianeidad o peor aún que lenta aunque paulatinamente perdemos la capacidad de sorprendernos.

“La pasión, la sabiduría, la fuerza creativa, el talento para el misterio y el colorido, nos son otorgados a la hora de nacer, y no pueden ser aprendidos ni estimulados. Pero el uso justo y diestro de las cualidades que sí tenemos, la proporción de una parte respecto a otra y con respecto al todo, la eliminación de lo inútil, el énfasis en lo importante, y el mantenimiento de un carácter uniforme de principio a fin: éstas, que juntas constituyen la perfección técnica, pueden ser alcanzadas hasta cierto punto a fuerza de trabajo y de coraje intelectual”.

No hay más, la inspiración divina es una cosa con la que siempre es bueno contar, pero el trabajo, la constancia, perseverancia, puntualidad, prontitud, proactividad, paciencia, y otras cualidades respaldarán ese don divino. Eso era en el siglo XIX, en el XXI no ha cambiado, de allí la visión de Robert Louis Stevenson.

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