miércoles, 22 de octubre de 2008

Don Rubén

En el suplemento cultural Laberinto de Milenio Diario de este sábado 18 de octubre, aparecen fragmentos de un libro inédito que llevará por nombre De otro modo el hombre. Retrato hablado de Rubén Bonifaz, colaboración firmada por Josefina Estrada (Desde que Dios amanece, Virgen de media noche, entre otros libros).

Allí, el autor de As de oros habla en esta etapa casi final de su vida. Remembranza, calidez y calidad, eficiencia en la palabra, mecanismos de construcción:

“En mi pensamiento ya no puedo escribir un poema. Todo lo que escribí en mi vida lo escribí en máquina; nunca pude escribir un poema a mano. De tal manera que la máquina no me era solamente un instrumento de escribir sino un instrumento de pensar. La hoja blanca puesta en el rodillo de la máquina me ponía a pensar lo que podría escribir allí. Sin ese instrumento no puedo, no me vienen palabras a la cabeza”.

También habla de su ceguera, de sus ahora sí límites terrenales que no le dejan del todo espacio para la creación:

“Para pensar poéticamente se requiere la capacidad de escribir poéticamente. Porque el pensamiento poético en sí no es nada. El pensamiento no puede ser filosófico ni poético ni nada si no está escrito o expresado. Mi imposibilidad de ver me impide hacer poemas; por lo tanto, suprime también la posibilidad de pensar poéticamente”.

Don Rubén Bonifaz Nuño es sin duda el poeta vivo más grande que existe en la lírica mexicana. Leerlo es un gusto y un descubrimiento cada vez. Como siempre el mejor homenaje es saludarlo a través de sus libros.

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